Atraído
por ardides y engaños que me sujetan
A
redes tejidas con cemento y fierro, arena y piedra;
Entre
hilos de ficciones polimórficas
La
jungla del progreso estrangula la carne haciendo llaga el tegumento protector,
Exponiendo
la sangre a una infección sistémica devastadora…
En
este lugar la enfermedad es virulenta y mortal,
Silenciosa,
secreta, delictiva e ilegal;
La
sangre recibe su sentencia de muerte
De
la boca de fieras salvajes vestidas en trajes de noche,
Que comen caviar, beben
champán y conversan riendo en aposentos de cristal;
En
los salones del espanto refinado
Las
taquicardias se cronometran con Rolex,
Las
fiebres y los escalofríos registran sus oscilaciones en NASDAQ,
Los
ataques convulsivos se tratan con bromuro de bencilo,
El
dolor y la inflamación se calman con entretenimiento banal;
La
muerte sobreviene entre los espasmos producidos por el síndrome inhibitorio de
la respuesta
Que
hace besar frenéticamente la mano huesuda que estrangula la vida,
Convenciendo
a las víctimas, auténticos imbéciles,
Que
son los únicos causantes de su propia desgracia...
Obra con registro de propiedad intelectual
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