martes, 13 de mayo de 2014

Polvo escarnecido

La mañana es fresca;
Un triple sol se vislumbra a través de las nubes perforadas
Por haces de rayos triangulares
Parecidos a ígneas espadas
Que atraviesan cúmulos, atmósfera y cielo;
El sol irrumpe con su bronce en mano
Rompiendo tempranamente el alba,
Sometiéndola, conquistándola,
Tiñendo los cielos con ocres y naranjas…

El Imperio del Sol cuenta una historia similar:
En la tierra del Cápac Inca
Las andas del soberano son llevadas
Por multitudes de sirvientes y soldados
Que rinden honores y pleitesia al hijo del sol;
El Cápac Ñan es recorrido de sur a norte,
De oeste a este, desde el Cuzco,
El Inca domina el Tahuantinsuyo,
Tierra fértil y formidable,
Cuyas titánicas montañas
Vestidas de roca pintadas con multitud de colores
Se alzan hacia indómitas y níveas alturas
Dibujadas por las alas del cóndor;
Los andes dividen mares geológicos:
A su diestra duermen valles, desiertos dorados, cochas interminables,
A su siniestra se extienden verdes infinitos y amarus fecundos;
La majestuosidad del Imperio
Se construye con piedras, barro, oro;
Se erigen templos, fortalezas, llactas,
Se pregonan historias grandiosas,
Las epopeyas son cantadas para inmortalizar
Glorias y maravillas inimaginadas…
Las andas del Cápac Inca recorren un camino hermoso
Y florido, vestido de arco iris,
Que se extiende delante de él…

Pero detrás del séquito solemne
Que retumba la tierra a su paso
El camino hollado
Deja una estela de hierba pisoteada,
Una nube de polvo escarnecido por los pies del hijo del sol;
Son los pueblos sometidos en las guerras,
Son las rebeliones castigadas con violencia;
Masacres y escarmientos, torturas y humillaciones
Pavimentan los caminos del Imperio;
Las espadas del sol acuchillan el alba de los pueblos
Y los pueblos se someten y desangran,
Pactan alianzas o se humillan ante el poderoso Inca que domina;

Hay una gloriosa historia con una estela de cadáveres
Frutos de la conquista, del exterminio, de las luchas por el poder;
Pieles de desollados sirven para los nuevos tambores de guerra,
Las victorias Incas se celebran bebiendo chicha en copas de huesos,
En cráneos de caciques bañados en oro;
Los aplastados por el gran señor
Son dejados ciegos, expuestos al hambre o la sed,
Son desarraigados de sus tierras, esclavizados;
El hijo del sol en su ira incendia pueblos, consume dignidades,
Reduciendo a cenizas la libertad.

La historia del Imperio del Sol canta grandezas y glorias
Que se tiñen con los ocres y naranjas
De las etnias que la espada luminosa
Somete, conquista y desangra.

Obra con registro de propiedad intelectual


Créditos

Imagen tomada desde http://blog.viajespacifico.com.pe/wp-content/uploads/2011/02/Foto-del-mes.jpg

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