Tu sepulcro debió estar en el mar

Tu sepulcro debió estar en el mar

Entre corales, delfines, hipocampos;

Tuviste morada en el profundo océano

En el que te mojabas de azul;

Tuya fue el alma aventurera del marino

Entregado a tus favores y caprichos;

Turbulento asomó el día en que una gran mano

En forma de ola te empujo furiosa hacia la costa;

Turbia por la arena, entre fúnebres maderas,

Encajaste el cuerpo con violencia en el naufragio del desierto;

Tú, hermosa Nereida,

En el ataúd de una barca yaces lejos del mar.

Obra con registro de propiedad intelectual

Créditos
Música: Re-Lab_-_Bach-_Sonata_mim_Largo
Imágen tomada desde: https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1NkIvhBCGrvWwRSxtI8kZDlGWUtP5C6bTdGDWgBoga3OQ7rSLKCsGpNhFE0QOebgtHX5S1QyiZ9IbJP9qRnDXkcjZ8Uy85qiWFgVyQXMvPEhr8HgJrUDbXCV2OnH5N73Bi-g9yznwu4fi/s1600/raceweb.jpg Ir a descargar