Sin un antes,
Tu lejano origen
Es tan incierto
Como después lo fue tu
destino;
En el principio de todo
Tu historia descendió
Desde lo alto de las
cordilleras;
Gota a gota te hiciste
Como las nieves antiguas que
destilaron
Hasta dar vida a un
caudaloso río singular;
Primitivo fuiste,
Milenario, ancestral,
Bebiste del agua
De nubes prehistóricas y ríos
arcaicos
Como también lo hicieron la
papa, el maíz, la yuca,
Como bebieron el jaguar, los
monos, el tapir,
El cóndor, el águila, el
picaflor, la anaconda,
Como bebieron las quebradas,
los valles, las selvas;
Tu saber se hizo de barro mezclado
con saliva y raíces,
Saliva y raíces de todo lo
vivo
Que te alimentaron con
eones de evolución
- No es poca cosa -;
Aprendiste de tus
ancestros,
Esa nieve que coronó
colosales montañas
De la cordillera furiosa
con el fondo del océano;
Tu filial nevado tropical se
hizo agua,
Se mezcló con arcillas,
minerales y piedras
En el descenso hacia
cuencas y llanuras;
Caminante de la selva
Que aprendiste del viento
a cazar con pucuna,
Primitivo que dormiste en
brazos de hebras de chambira,
También hiciste dormir a los peces con
barbasco
Para atraparlos en sus delirantes
sueños;
Humano elemental,
Observaste las oquedades
de la tierra
Identificando en ellas vasijas
para el sajino y la guangana,
De las arcillas cocidas y huecas
hiciste las trampas
Para guisar y comer sus
carnes;
Cazador con herramientas
de madera,
Con huesos, astillas,
dientes, espinas,
Aprendiste a ordeñar de
las plantas
Y los lomos de las ranas
Los venenos para cobrar
tus presas;
Llevaste tu caza en
chicras que tejían las abuelas,
Tomaste y llevaste a los
tuyos lo necesario,
No más que eso,
Esa fue tu ley elemental…
La selva te alimentó y
tú cuidaste de ella,
La selva fue la chacra que
alegre y respetuoso trabajaste
Y sus tierras te entregaron
Yucas, plátanos,
Aguajes, pijuayos, piñas,
Caimitos, guabas,
sachapapas,
Coconas, chontas, nueces,
La selva generosa te abrió
su despensa porque la respetaste;
Tu caña, tu anzuelo,
Tu arpón de palmera, tus
trampas ingeniosas
Cosecharon en ríos
rebosantes de boquichicos,
Palometas, gamitanas,
paiches,
Doncellas, pirañas,
zúngaros,
La selva generosa te abrió
su despensa porque la respetaste;
Tu pucuna de caña, tu
lanza, tu dardo
Te bastaron para saciarte
Con monos, perdices,
majases,
Añujes, pucacungas,
Sachavacas, pavas,
La selva generosa te abrió
su despensa porque la respetaste;
Tú,
Hombre primitivo,
originario,
Tú araste en la selva
Y la selva te esculpió
reciamente,
Caminaste por el monte de día
y de noche,
Escuchaste los sonidos de
la tierra,
Ese idioma de todo lo vivo
Que te habló y del que aprendiste;
Escuchaste, observaste,
Palpaste, saboreaste,
Oliste y asimilaste lecciones
Que venían desde las montañas,
Que venían desde las montañas,
Desde viejas nieves lejanas;
Tú,
Que descansaste en hamacas
Tejidas por la selva con
los rayos del sol,
Tú,
Que sobre troncos vadeaste
ríos indómitos,
Tú,
Que vivíste de la selva
Y trataste de comprenderla
sin maltratarla,
Tú,
Esforzado peregrino sin
respiro,
Tú y tú linaje,
Primigenio
Taushiro,
A lo lejos te vas perdiendo
Como tu lengua, como tu
historia,
Como tu antigua selva que va
contigo muriendo
Por la ignorancia y el olvido,
Por la ignorancia y el olvido,
Por la insensatez de usurpadores,
De malditos ególatras
robadores…
Obra con registro de propiedad intelectual
Créditos
Música: Yusuke_Tsutsumi_-_04_-_Lamentation_for_Those_Rootless
Imágen tomada desde:
http://farm4.static.flickr.com/3213/3072203195_a961f93ff1.jpg
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